miércoles, 1 de junio de 2011

Regreso


Divorcio y Aloha from Hawaii

MGM nuevamente grabó una presentación de Presley en abril de 1972, esta vez para Elvis on Tour, el cual obtuvo poco después un Globo de Oro en la categoría de «mejor documental». Su álbum gospel He Touched Me, lanzado ese mismo mes, le haría ganar su segundo Grammy como «mejor interpretación influyente». Un tour de 14 fechas comenzó luego con una serie de cuatro espectáculos sin predecentes consecutivos en el Madison Square Garden de Nueva York.201 El concierto del 10 de julio se grabó y lanzó en formato LP una semana después. Asimismo, Elvis: As Recorded at Madison Square Garden pasó a ser uno de los álbumes más exitosos del cantante. Tras este tour, se lanzó el sencillo «Burning Love» que marcaría el último hit de Presley que ingresaría al top ten de los listados pop estadounidenses. De acuerdo al crítico de rock Robert Christgau: «Es el sencillo más emocionante que Elvis haya hecho desde 'All Shook Up' [...] ¿Quién más puede hacer que 'It's coming closer, the flames are now licking my body' suene como una asignación con la banda de reserva de James Brown?».202
Mientras tanto, Presley y su esposa comenzaron a distanciarse cada vez más, rara vez llegando a dormir juntos. En 1971, un amorío que el cantante tenía con Joyce Bova provocó —sin que él lo supiera— su embarazo y posterior aborto. Con frecuencia, él veía la posibilidad de mudarse con ella a Graceland, diciendo que de alguna forma iba a abandonar a Priscilla.203 Los Presley se separaron el 23 de febrero de 1972, luego de que Priscilla revelara su relación sentimental con Mike Stone, un instructor de karate que su hasta entonces marido le había recomendado. Priscilla mencionó sobre esta revelación que una vez que él se enteró «la sujetó [a ella...] y le hizo el amor con fuerza», diciendo: «Así es como un verdadero hombre le hace el amor a su mujer».204 Cinco meses después, la nueva novia de Presley, Linda Thompson, una compositora y ganadora de un Miss Tennessee USA, se mudó con él.205 Presley y su esposa presentaron una demanda de divorcio el 18 de agosto de ese año.206
En enero de 1973, Presley llevó a cabo dos conciertos benéficos para la fundación contra el cáncer Kui Lee, aunado con la grabación de un especial televisivo innovador, Aloha from Hawaii. El primer espectáculo sirvió a manera de ensayo aunque el acompañamiento de fondo afrontó problemas técnicos que terminarían afectando la transmisión en vivo dos días después. Transmitido como se había programado el 14 de enero,Aloha from Hawaii se convirtió en el primer concierto por satélite a nivel internacional transmitido por televisión, logrando una audiencia de aproximadamente mil millones y medio de espectadores.207 208 209 La vestimenta del cantante pasó a ser el ejemplo más reconocido del vestuario que Presley usaría en lo sucesivo y con el cual se asociaría desde entonces. Como describió Bobbie Ann Mason: «Al final del espectáculo, cuando extiende su capa de águila estadounidense, con las alas del ave en su espalda totalmente estiradas, adopta una figura divina».210 El doble álbum de esa presentación, Aloha from Hawaii: Via Satellite, lanzado en febrero, llegó a los primeros puestos de ventas llegando a comercializarse más de 5 millones de copias solamente en territorio estadounidense.211 Consecuentemente, se convirtió en el último álbum pop de Presley en llegar al primer sitio de los charts estadounidenses en toda su trayectoría.
En un evento de medianoche realizado ese mismo mes, cuatro hombres irrumpieron en el escenario para atacar aparentemente al intérprete. Los guardías de seguridad saltaron para defender a Presley, aunque el cantante se defendió asimismo con sus movimientos de karate logrando sacar a uno de los intrusos del escenario por cuenta propia. Tras el espectáculo, se obsesionó con la idea de que esos hombres habían sido enviados por Stone (pareja de Priscilla) para matarlo. Si bien luego se descubrió que se trataba de simples fanáticos eufóricos, él exclamó con enojo: «Hay mucho dolor en mí [...] Stone [debe] morir». Sus arrebatos continuaron a tal grado que ni un médico pudo tranquilizarlo, aún después de administrarle largas dosis de medicamentos. Después de dos días completos de rabía, Red West, su amigo y guardaespaldas, se sintió obligado a obtener un precio para un contrato de asesinato, librándose de ello sólo después de que Presley dijera en algún momento: «Demonios, sólo dejémoslo por ahora [el tema]. Quizá es algo fuerte».212

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